Te ha pasado que has visto a un amigo haciendo algo que no está bien. Y no has sabido qué hacer, ¿le digo o no?
No estás seguro de cómo reaccionará, por un lado crees que se va a molestar, porque «te estás metiendo en asuntos que no son tuyos» y posiblemente ya no quiera volver a ser tu amigo. Por otro lado podría decir que estás exagerando, quizás no haya notado lo mal que está y las consecuencias que ello puede acarrearle.
Ante esta situación sería bueno que te hagas las siguientes preguntas ¿cómo me sentiría yo si estuviera en el mismo lugar? ¿aceptaría el consejo o la advertencia? ¿le retiraría mi amistad por entrometido? Estas preguntas son de gran importancia pues te ayudan a ser más sensible y prudente al momento de hacer o decir algo.
Personalmente creo que cuando alguien te dice las verdades en la cara es porque realmente te aprecia, hacerlo no es tan fácil como parece. Buscar el tono adecuado y las palabras correctas para expresar tu postura y evitar malos entendidos es vital.
Esto provoca estres y tensión en la amistad, las cosas ya no son espontáneas, se nota la molestia, pese a todo ello creo que lo mejor es decir las cosas a tiempo para evitar sufrimientos y sentimientos de culpa por no haber hablado, aunque eso signifique perder la amistad, creo que vale la pena así se evitarán lágrimas y sufrimiento.