Para las uñas: “Mezcla aceite de oliva con un chorrito de limón, caliéntalo en el microondas y mete las uñas sin pintar durante 10 ó 15 minutos. Es una mezcla infalible que nutre y repara”.

Para el cabello: “Si añades unas gotas de aceite de oliva a tu mascarilla habitual y la dejas toda la noche, nutres y reparas tu melena y ayudas a reducir el encrespamiento”

Para el rostro: “Al añadir unas gotas de aceite a tu crema habitual se potencian sus beneficios hidratantes y nutritivos”.

Tal es su poder que se ha convertido en un preciado ingrediente en las formulaciones cosméticas. Pero, ¿cuáles son sus beneficios? El más evidente y el que se desprende de los remedios caseros, es nutrir la piel en profundidad.

El aceite de oliva está compuesto por un alto porcentaje de ácidos grasos y otros componentes, como la vitamina A, E y sales minerales, y desde la antigüedad se ha utilizado para proteger la piel y mantenerla en buen estado”, “Tiene propiedades calmantes, hidratantes, refrescantes y tonificantes