1. Tranquilízate. (respira profundo)
Piensa 3 cosas que amas de esa persona y ponte en sus zapatos: ¿por qué esto le fastidia, molesta o entristece a la otra persona?. Si no puedes responder estas interrogantes, pregúntale con amabilidad y con cabeza fría.
2. Acepta y discúlpate de corazón por tus acciones incorrectas.
Sin sarcasmos, con la responsabilidad de cambiar y no volver a repetir esta acción. Recuerda que hay situaciones que talvez no te parecen coherentes, pero el simple hecho de saber que lastiman al otro debe ser razón suficiente para cambiar, pero sin comprometer tus creencias y aun así traer paz en el corazón de la otra persona. Cuando decidiste estar con alguien tomaste la responsabilidad de no lastimar su corazón.
3. Perdonar no es olvidar es poder recordar sin dolor.
No dejes que el dolor te encarcele. Nunca vayas dormir enojado, pero si estas en una pelea telefónica recuerda, el tip más valioso es: no utilicen sus cerebros en la noche para pelear.
Después de un día largo, nuestro cerebro necesita descanso no bronca, pueden quedar en hablar al siguiente día para arreglar las cosas mucho más tranquilas y pueden utilizar la noche para tomar su tiempo con Dios. Él sabe todo, les conoce a los dos más que ustedes mismos. Entréguenle la situación, de ahóguense con El, pídanle consejo y escúchenlo. Si ambos corren en la misma dirección, con Dios pueden estar tranquilos que Él los ayudara.
4. Celebren que lograron pasar este desacuerdo.
Fue un éxito, hubo un cambio y fue duro. Merecen gozar de la comunicación y la guianza de Dios, en algo que intencionalmente trabajaran para que no vuelva a darle malos ratos.
(Colosenses 3:13) (Efesios 4:32)
ESCRITO POR: Michelle Rojas