Si no leíste la parte 1, empieza por ahí.
Ser pequeño tiene sus ventajas
Hay niveles en los juegos de Mario que te engañan. Crees que lo mejor siempre es ser el más grande y poderoso, por eso acumulas hongos y plumas y flores de fuego. Pero luego te encuentras con una pasillo largo y pequeño por el que sólo puede cruzar alguien sin tantos poderes. Y de repente en ese momento el juego te ha enseñado una lección muy valiosa sin que te des cuenta. Debes disfrutar de cada etapa y no menospreciar lo que eres.
De niños queremos ya ser jóvenes, de jóvenes queremos volvernos adultos. Pero la cruel realidad es que de adultos nos encantaría saltar de regreso a ser niños. No hay nada malo con ser joven o ser inexperto en algo. Hay una riqueza inmensa en experimentar las cosas por primera vez y no estar limitados por una vida entera de preconceptos. Recuerda que hay lugares a los que sólo puede llegar un Mario pequeño, y si te apuraste a crecer no podrás llegar ahí.
No todo es lo que parece
Si has jugado Mario recuerdas la emoción de encontrar el túnel secreto detrás de la meta final, el que te permitía adelantarte varios niveles. O cómo fue la primera vez que lograste avanzar a los niveles de estrella para poder saltar de mundo en mundo, o cuando encontraste el nivel Super Secreto que te regala vidas, poderes y Yoshis. Los juegos de Mario están llenos de secretos que te ayudan si eres creativo y perseverante.
En la vida hay secretos en todo lado, muchos más que en los videojuegos. Cada persona es un mundo secreto que tardarás una eternidad en conocer. Claro parecen simples y a veces hasta aburridos. Pero entre más preguntas y más los llegas a conocer, más entiendes que son muy diferentes de lo que pensabas. Así pasa con tu carrera de estudios, tu trabajo, tus pasatiempos y tu vida en general. Entre más la conoces descubres que tienen pequeñas sorpresas en todo lado, y descubrir estos secretos es lo que te ayudarán a ser una persona que no se aburre de la vida. Recuerda que no lo sabes todo y te falta mucho por descubrir.
El poder de los amigos
Cuando pensamos en esta serie de videojuegos siempre pensamos en Mario, pero por algo se llama Super Mario BROTHERS. Es fácil olvidar a Luigi. Y no sólo pensemos en Luigi, pensemos en Toad, pensemos en Yoshi también, incluso en la Princesa Peach. Mario no es un plomero sólo contra el mundo, tiene un equipo de amigos que lo apoyan en cada una de sus aventuras. Si no tuviera el apoyo de los demás no llegaría muy lejos.
Como sabemos ningún hombre es una isla. No podemos esperar lograr todo nosotros solos. Somos seres sociales que necesitan de sus familias y amigos. Si nos enfermamos buscamos apoyo. Si hay un problema, necesitamos consuelo. Si superamos un desafío, lo celebramos con los más cercanos. Con apoyo de los demás podemos derrotar los dragones y salvar a la princesa.
Es solo un juego
Ahora te invito a recordar las muchas frustraciones que nos trajo este juego. Tanto dentro del juego como fuera, habían constantes frustraciones. Desde los malos que lanzan martillos, hasta las tortugas y los abismos, el juego nos atacó constante e injustamente. Desde los cartuchos sucios, hasta los juegos congelados y las fallas de programación, el sistema nos impedía disfrutar del juego. Y después de muchas emociones y controles lanzados en ira contra el piso o sofá, aprendimos que sólo era un juego y podíamos apagarlo y volver en otro momento.
La vida puede estar llena de frustraciones, algunas inmediatas otra que pueden esperar. Claro que quisiéramos poder enfrentarlo todo inmediatamente. Pero si algo se vuelve muy insoportable y no quiere cooperar contigo, recuerda que puedes tomar tu tiempo, relajarte y volver a intentar en otro momento. Cuando hayas dejado descansar el problema y tu mente podrás enfrentarlo de mejor manera. Recuerda que solo es un juego.
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Hay lecciones por aprender en todo lado. Recuerda que la vida (como los videojuegos) se trata de mejorar constantemente y ser una persona con propósito. Busca tu propósito, sigue las reglas y dale tu mayor esfuerzo a llegar a la meta con perseverancia y creatividad.