Cúrcuma: ¿un coadyuvante contra el hígado graso?

Cúrcuma: ¿un coadyuvante contra el hígado graso?

Los efectos antioxidantes de la cúrcuma se han relacionado con una mejora en la función hepática. Esto se debe a que pueden evitar que algunas toxinas causen daños en este órgano. A continuación, detallamos otros beneficios que se atribuyen a este ingrediente natural.

Ayuda a proteger de enfermedades hepáticas relacionadas con el estrés oxidativo.

El estrés oxidativo se produce por un desequilibrio en las células, causado por un incremento de los radicales libres y una disminución de los antioxidantes. Este deterioro celular se considera un factor clave en el daño hepático, que también es inducido por agentes como el alcohol, las drogas, las infecciones virales, entre otros.

Un estudio publicado en Nutrients determinó que la curcumina, el ingrediente activo de esta planta, cuenta con varias funciones capaces de proteger y tratar al hígado. En general, funciona como un eliminador de radicales libres. No obstante, aún se requieren más estudios para considerar la eficacia de la curcumina contra las enfermedades hepáticas asociadas a la oxidación.

De acuerdo a una revisión de estudios publicada en Integrative Medicine Research, la suplementación con curcumina puede ser efectiva para tratar la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD).

Del mismo modo, un estudio publicado en Phytotherapy Research encontró que este compuesto puede reducir el contenido de grasa hepática en pacientes de enfermedad del hígado graso no alcohólico, así como el índice de masa corporal, los niveles de colesterol total, colesterol LDL, triglicéridos, glucosa, entre otros.

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