Marcos 3:14 “Y estableció a doce, para que estuviesen con Él…”
¿Has escuchado la frase: «Si quieres ir rápido, ve solo; si quieres llegar lejos, ve acompañado»? Es que, desde el principio, Dios nos creó con un profundo deseo de compañía. Pero este anhelo no es solo un sentimiento pasajero; es parte de nuestro diseño. Dios sabía que necesitábamos a otros, por eso instituyó la familia, la iglesia e incluso formó una nación, el pueblo de Israel. También eligió a un grupo de doce discípulos con personalidades y talentos distintos, mostrándonos que nadie fue creado para caminar solo.
Estar acompañados nos ayuda a moldear nuestro carácter, a compartir nuestras cargas y a construir algo más grande de lo que podríamos lograr individualmente. Jesús es el ejemplo perfecto de alguien que decidió caminar acompañado. Aunque, siendo Dios, no necesitaba a nadie, escogió incluir a otros en su misión… ¡y sí que llegó lejos.!.
¿Alguna vez has intentado hacer algo solo y has fracasado? La verdad es que fuimos creados para llegar lejos, y eso solo lo logramos cuando caminamos en compañía.