Hace algunos años salió al aire una canción interpretada estupendamente por el grupo vocal cubano Monte de Sion, se llama “El Cristiano Yoyo” es muy simpática, pero muestra toda una realidad contemporánea. Probablemente pensemos que somos una sociedad más conectada y cercana gracias a las redes sociales, pero las estadísticas dicen otra cosa.

Un estudio sobre relaciones personales y trato hacia los demás, realizado por la aerolínea SWISS en varios países europeos, revela que un alto porcentaje de los españoles cree que cada vez somos más egoístas, que el culto al “yo” está en expansión y que la atención interpersonal se está convirtiendo en un bien escaso.

Los datos reflejan que lo que necesitamos para sentirnos cerca unos de otros son los gestos de toda la vida, como decir “por favor” y “gracias”, abrir la puerta a un extraño o mirar a los ojos en una conversación.

El sentimiento de comunidad está desapareciendo de nuestra sociedad, también se están perdiendo valores importantes como la solidaridad o la atención a los demás.

Aunque los países encuestados mantienen algunas diferencias notables sobre el significado de la atención interpersonal, por lo general decir “por favor” y “gracias” es el denominador común en Europa para más de la mitad de los encuestados.

El egoísmo es la esencia del mal y es la mayor expresión de rebeldía contra Dios. Es una mentira que nos hace creer que tenemos derecho a hacer lo que se nos ocurra, aunque le causemos daños a otras personas o a nosotros mismos.

La Biblia tiene las herramientas o principios para tratar con nuestro egoísmo, y la herramienta principal es el amor, pero tendremos que ejercitar la Palabra de Dios para desarrollar ese carácter, pues cuando practicamos sus principios lo conocemos a él.

Por tal motivo: “el que ha conocido a Dios ha conocido el amor”.