Servir a otros es dar una mano a quien lo necesita, y no está ligado a popularidad, reconocimiento, dinero, likes o estatus social.
Muchas personas piensan:
- Si yo tuviera dinero, ayudaría a los que necesitan
- Si yo fuese profesional, ayudaría a otros con mi profesión
- Si fuera pastor o líder, ayudaría a mucha gente
Pensamos que el servicio tiene requisitos, que está ligado a la posición, sin darnos cuenta que servir se trata de disposición.
El único requisito para servir es querer servir.
- Si sabes destapar cañerías, hay una familia que necesita tu ayuda
- Si sabes un poco de matemáticas, inglés, gramática, hay familias y fundaciones que se alegrarían de contar contigo
- Si sabes tejer, podrías recolectar retazos de tela y hacer cobijas, sábanas, regalos para quienes necesitan
- Si haces postres, podrías enseñar a las personas que no tienen un empleo y que generen un ingreso para sus hogares
- Si cuentas con unos ahorros, apoya a otros económicamente e involúcrate en lo que hacen
- Y si dices: Yo no sé hacer nada, júntate a personas que te enseñen lo que hacen. ¡Iniciativa!
Podría continuar con la lista, pero creo que el punto está explicado: haz lo que puedas con lo que tengas. No es indispensable que tu servicio sea en la iglesia o en un ministerio, tampoco está ligado obligatoriamente a una ONG o a fundaciones.
Sirve donde puedas, donde haya oportunidad, aunque no salgas en fotos, aunque no tengas una fan page. Sirve por el gusto de dar una mano a otros, y descubrirás que en ese proceso, Dios te bendice también.