Hablar bien de los demás se basa en la verdad, y la verdad los hará libres, dijo Jesús. Hablar bien de los demás es, por lo tanto, una decisión valiente que produce paz en todo ambiente. “No amemos de palabra ni de labios para afuera, sino con hechos y de verdad”, dijo Jesús.

Un par buenos de amigos, Pedro y Pepe, se encontraron luego de un buen tiempo de no haberse visto.  Entonces Pedro le preguntó a Pepe: «Hombre, ¿y cómo te  ha ido en todo este largo tiempo que no te he visto?»  Pepe contestó: «Pues muy bien, me casé hace poco y te cuento que tengo una esposa que es un sol radiante en la cocina».  Entonces  Pedro comentó: «¡Tu esposa debe cocinar espléndido!» «¿Espléndido?  Mi esposa lo quema todo», dijo Pepe.

Nuestra cultura nos empuja siempre a hablar negativamente de otra persona, aun de los que más amamos. Y aunque lo digamos con un sentido de humor, las palabras negativas siempre causan dolor en quienes recaen.  Sin embargo, la persona de éxito siempre estimula con sus palabras a quienes la rodean, porque las palabras… construyen o destruyen.

MDC/ag