• Gárgaras de agua con sal

Este remedio simple es uno de los más efectivos para tratar el dolor de garganta y la tos húmeda. El agua con sal reduce las flemas y la mucosa en la parte posterior de la garganta, lo que puede disminuir la necesidad de toser.

Revuelva media cucharadita de sal en una taza de agua caliente hasta que se disuelva. Deje que la solución se enfríe lentamente antes de usarlo para hacer gárgaras. Mantenga la mezcla en la parte final de la garganta durante unos momentos antes de escupir la mezcla. Haga gárgaras con el agua y sal durante varias veces cada día hasta que mejore la tos.

Evite darle agua con sal a los niños más pequeños, ya que no podrán hacer gárgaras correctamente y si tragan el agua con sal, puede ser peligroso.

  • Té con miel

Un remedio casero muy popular para la tos es mezclar miel en una taza con agua caliente.

Según algunos estudios, la miel puede aliviar la tos.

Para usar la miel como tratamiento de la tos, mezcle 2 cucharadas soperas con agua caliente y un té de hierbas. Beba esta mezcla una o dos veces al día. Por favor, evite que los niños menores de 1 año ingieran miel.

  • Jengibre

El jengibre podría facilitar la tos asmática o seca, ya que tiene propiedades antiinflamatorias. También podría aliviar las náuseas y el dolor.

Un estudio sugiere que algunos componentes antiinflamatorios presentes en el jengibre pueden relajar las membranas de las vías respiratorias, lo que reduce la tos. Los investigadores estudiaron principalmente los efectos del jengibre en las células de los seres humanos y animales, aunque es necesario realizar más investigaciones.

Prepare un té de jengibre con 20-40 gramos de rebanadas de jengibre fresco a una taza de agua caliente. Deje que se enfríe durante unos minutos antes de beberlo. Añada miel o zumo de limón para mejorar el sabor y calmar aún más la tos.

Tenga en cuenta que, en algunos casos, el té con jengibre puede causar malestar o acidez estomacal.