Ciruelas y miel
Coloca seis ciruelas en una olla con una taza y media de agua hirviendo, cubre y deja en remojo durante toda la noche. Por la mañana, cuela, coloca una cucharada de miel y bebe. No tires las ciruelas, puedes comerlas a lo largo del día.
Aloe vera
Corta un tallo de aloe vera o sábila y trocéalo. Pon a hervir un poco de agua. Espera a que se enfríe y vierte en un frasco de vidrio con tapa hermética. Echa los trozos de aloe vera y tapa. Lleva a la nevera.
Puedes consumir dos veces a la semana como máximo. Es uno de los mejores laxantes naturales, pero no se recomienda a mujeres embarazadas o que están amamantando, tampoco para personas que toman anticoagulantes.
Zumo de uva y linaza
Realiza un zumo con algunas uvas (hasta obtener una taza aproximadamente) y vierte una cucharada de linaza en polvo. Bebe en ayunas no más de una semana seguida.
Compresa de aceite de ricino
Este laxante casero es de uso externo. Tienes que mojar una toallita o gasa en aceite de ricino, calentar a fuego lento, acostarse boca abajo y apoyar en la zona lumbar. Cubrir para que se mantenga caliente por más tiempo. Repite una vez al día. No se recomienda consumir el aceite de ricino para el estreñimiento.