Jugo de limón. Ayuda a evitar que la mucosidad se acumule en los bronquios, mejorando la respiración y limpiando el aparato respiratoria de bacterias y gérmenes que dificultan el paso del aire.
Miel. Es un expectorante y antiinflamatorio natural que ayuda a eliminar las flemas. Es útil para sacar el moco que se acumula en las vías respiratorias y bloquea el flujo de aire que podría desencadenarse o agravar un ataque de asma.
Cúrcuma. Es una especia con propiedades antiinflamatorias y expectorantes, la cual ayuda a controlar naturalmente el asma. La cúrcuma tiene una acción protectora en el sistema respiratorio.
Té verde. Es una fuente natural de teofilina, la cual es una sustancia con acción broncodilatadora que forma parte de numerosos fármacos usados para el tratamiento del asma. Relaja los músculos que soportan los tubos bronquiales, y se usa para prevenir y tratar el resoplo, la respiración entrecortada y la dificultad para respirar.