La falta de costumbre de llevar mascarillas pasa factura hasta que uno se habitúa a ellas. La principal molestia de su utilización aparece en las orejas.
El uso durante largas horas y mascarillas con tiras poco elásticas pueden crear rozaduras y eccemas en la parte posterior de la oreja.
te mostramos algunos de los trucos con los que mejorarás tu práctica con las mascarillas y esquivarás las molestas heridas formadas por el roce de las tiras.
1. Cortar un trozo de una camisa vieja
Utilizamos una camisa que no nos sirva. Da igual el estado en el que esté. Lo más importante es que cuente con botones.
Cogemos una tijera y cortamos la parte de tela de los botones de la camisa. La distancia es desde un botón a otro. Tras recortarlo, nos quedará una tira de algodón con dos botones. A ellos habrá que colocar las tiras de la mascarilla y así se evita la colocación de estas en las orejas.
El trozo de tela se amolda bien a cualquier parte de la cabeza, lo que hace que se pueda poner a gusto de la persona.
2. Correas de plástico
Desde el inicio de la crisis del coronavirus y viendo la poca protección de algunos de los sanitarios, se viralizó la fabricación una correa de plástico que permite enganchar la mascarilla según el tamaño de la cabeza.
A pesar de tener una funcionalidad similar a la de la camisa, el plástico es un material más duro que la tela, por lo que, aunque es un elemento útil, puede dejarnos marcas si lo usamos durante largas horas.
3. Ganchos de goma
Con una funcionalidad parecida, se puede utilizar como elemento de prevención de dolores una cinta de goma con dos ganchos.
En cualquier mercería se puede encontrar el gancho elástico. En cada punta de la goma viene un gancho que se introduce en los dos lados de la mascarilla
Tras enganchar las tiras se puede colocar, según sea más cómodo y evitar heridas en la parte posterior de las orejas.
4. Un imperdible
Usar un clip es una de las formas más sencillas, pero no es la más eficaz. Se puede agarrar cada tira de la mascarilla y no se descolgará por su cerrada función.
Pero es cierto que el imperdible no es tan elástico como lo puede ser la tela y puede terminar desplazando las tiras hasta que se coloquen en las orejas. Es una alternativa rápida pero también es la menos eficaz.