1 Crónicas 17: 1-27

Una de las premisas básicas de la vida es aquella por la cual los padres anhelan que sus hijos puedan llegar a ser mejores que ellos y alcanzar metas mucho más altas que las que ellos han logrado. Ese es un anhelo muy natural en lo profundo del corazón de cada padre o madre, hacia sus hijos.

El relato propuesto nos plantea una situación única en la vida del rey David: Anhelaba construir casa (templo) para la adoración a Jehová Dios. El rey David llegó al punto de ser y sentirse consciente de que él habitaba en una casa real y el arca de Dios en un tabernáculo (vs 1). La aseveración de Natán evidencia que David contaba con el respaldo de Dios en todo su proceder ( vs 2)

Frente a este anhelo de David, Dios mismo le responde: No sería David quien edificaría casa para Dios sino que sería un hijo del rey quien tendría ese alto honor y responsabilidad (Vs 11-12). Sobre ese hijo de David recaería esa dignidad pero gozaría de la misericordia y favor de Dios al punto de llegar a ser una relación de Padre para con un hijo (vs 13). La promesa que vendría sobre este descendiente de David es que sería confirmado en la Casa de Dios eternamente (V 14)

Frente a esta declaración de parte de Dios de lo que vendría para su descendencia, David reaccionó humillándose, reconociendo ante el Señor su insignificancia y el favor de Dios para con él y su descendencia y alaba la grandeza de Jehová (Vs 16-20).

El versículo 23 denota el gozo que embarga el corazón de David : “…y haz como has dicho”.  La promesa de que un descendiente de David edificaría la Casa de Dios se cumpliría en Salomón (2 Crónicas 3) y aquella promesa de que su descendencia sería establecida perpetuamente delante de Dios y sería bendita por siempre, se dio cumplimiento a lo largo de los siglos y tuvo su expresión máxima en la encarnación del Señor Jesús, como descendiente directo de David (Mateo 1: 16). ¡¡Dios cumple sus promesas para las nuevas generaciones!!

Y tú, ¿Cuáles son las promesas de Dios para tu descendencia? ¿Las crees? ¿Las ves en los ojos de la fe? Dios no dejará de cumplir Sus promesas para ti y tus generaciones en este año 2022. Amén