En febrero estuve visitando Colombia y este mes llegué a Argentina. Realmente ha sido una bendición y una locura tener esta oportunidad. Me gusta conocer otros lugares, tomar fotos de lugares históricos o icónicos, aunque lo más complicado no es llegar a otro lugar, sino aceptar y aprender las lecciones que recibimos cuando viajamos.

  1. No somos mejores o peores, somos diferentes: Es muy común generalizar y pensar que en otros países son mejores que tú, más capaces, más inteligentes. Pensamos que si fuésemos europeos o estadounidenses seríamos mejores, o que somos mejores que otros porque hacemos las cosas de una manera, pero la verdad es que no somos mejores ni peores, somos diferentes. Todos hemos transitado por la vida muchos años para pensar como pensamos, hablar como hablamos, cocinar como lo hacemos.
  2. Todos necesitamos una oportunidad: Actualmente en Ecuador y en toda Sudamérica vivimos una movilización de venezolanos a otros países. Un pensamiento presente es que ellos vienen a quitarnos el trabajo, aunque lo mismo dijimos en la migración colombiana, haitiana, cubana, y lo mismo dijeron de los ecuatorianos cuando llegamos a España, Italia, Holanda, Estados Unidos, entre otros países. Nadie despierta un día y dice «bueno, voy a ir a otro país a robar el trabajo de otras personas». Son situaciones complicadas que requieren decisiones drásticas, no todo es como nosotros pensamos y en cualquier momento podemos ser los que necesitemos una oportunidad.
  3. Te valoras por quien eres, no por lo que haces: En Quito tenia la oportunidad de locutar en la radio todos los días, y eso trae reconocimiento y aprecio de la gente. Ahora estoy en otra ciudad y mi medalla o corona de ser locutor de HCJB no es reconocida por otros. Es necesario pasar por situaciones como ésta, porque aprendemos que no deberíamos ser valorados por lo que hacemos únicamente, sino por lo que somos.

Escrito por: Jimmy Sarango | Lee sus reflexiones haciendo clic aquí