Querida Suegra:
Tenía muchísimas ganas de decirle:
Amo a su hijo, él me ha enseñado a amarlos a ustedes también, a través de él puedo ver el amor tan leal que como familia tienen.
Sé que recibí a uno de sus más grandes tesoros, esté segura de que lo cuido con el mismo amor y cariño que usted lo hizo. Él ha sido mi gran apoyo, mi gran amigo y ahora es mi presente y futuro.
Estoy muy feliz, pero sobre todo orgullosa de estar a su lado, pues es un ser humano inigualable, y es por la gran enseñanza que ustedes le han dado.
Sé que han sido su guía, le han brindado su ejemplo; anhelo se sientan orgullos de nosotros, siempre vamos a necesitar de sus consejos y experiencias para ser mejores. En ocasiones nos vamos a equivocar, pero con el gran amor que él y yo tenemos saldremos adelante.
Le doy las gracias a través de estas líneas por darme su apoyo, por no juzgarme, por abrir su corazón y acogerme, por formar a mi amado como un hombre maravilloso.
Quiero que sepan que no pierden, al contrario la familia crece, y en mí podrán tener todo el apoyo y cariño que él les ha dado y les seguirá dando, pero aún más fuerte, porque ahora somos dos.
La quiero y necesito que sepa, que para mí ustedes son ya desde hace mucho tiempo “Mi Familia”; honro su amor, su experiencia, su sabiduría y espero un día cuando sea mamá, aquella que ame a mi hijo, pueda decirme todo lo que yo hoy le digo.
De corazón, muchas gracias.
Atte. Su nuera…es decir, su hija.