Veamos ahora algunos de esos escándalos y canalladas de familia
En el capítulo 10 del libro Saldrás de Esta, Max Lucado dice: “las heridas familiares tardan en sanar”. El dolor causado por quienes debieron ser nuestro refugio puede ser profundo. La sanidad del corazón implica también sanar el pasado. Sin embargo, es cierto que Dios es experto en restaurar corazones heridos. Así lo vemos en la vida de José: Dios sacudió las cosas en su historia para llevarlo a la plenitud de su propósito. Ya como segundo en Egipto, permitió que se reencontrara con sus hermanos con el fin de sanar su corazón.
Tú y yo no estamos solos: Él quiere darnos no solo un corazón renovado, sino un corazón íntegro.
- Max añade: “Sí, en la historia de tu familia hay algunos capítulos tristes. Pero tu historia no tiene por qué ser tu futuro. La basura generacional puede detenerse aquí y ahora. Tú no tienes que dar a tus hijos lo que tus ancestros te dieron a ti.”
No tienes por qué repetir lo doloroso que recibiste de tu familia. El cambio es posible cuando dejamos que Dios transforme nuestra mente y nuestro ser. Como José, que inició su proceso de sanidad con un acto aparentemente sencillo —llenar de trigo los sacos de sus hermanos—, tú también puedes dar ese primer paso hacia la restauración plena de tu vida y de tu familia.
Confía en la promesa que la Biblia nos ofrece: “Dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar” (Romanos 12:2, NTV). Que esta verdad sea tu ancla y tu esperanza para superar cualquier dolor familiar, con la certeza de que tus heridas pueden ser sanadas y tu historia renovada en el poder de Dios.
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