Hoy atravesamos los pasillos y salones de la Galería de la Fe, para encontrarnos con Abigail. Ella protagoniza un episodio que hace parte de la vida del rey David, de cuando este y su ejército se encontraban en el desierto de Maón, junto al monte Carmelo, y es en un momento determinado que David pidió ayuda a Nabal, ya que de alguna manera se sentían con derecho puesto que en todo momento los pastores y el ganado de Nabal habían sido cuidados por David y sus hombres.

Pero Nabal que se dice era hombre ambicioso y necio, despidió a los enviados de David negándoles alimento alguno. Y por ello la reacción de David no es nada agradable y enfurecido, reúne a sus hombres para acabar con Nabal ya toda su gente. Es entonces cuando interviene la esposa de Nabal, Abigail, que es quien nos ocupa en este este momento en la Galería de la Fe.

Abigail cuando sabe de lo sucedido con su insensato esposo Nabal y los hombres de David, sale al encuentro de David y su tropa, con una comitiva cargada de alimentos que no era lo suficiente para toda la gente de David, pero que sí respondía de alguna manera a lo pedido por David.

Según cuenta la Biblia Abigail era una mujer hermosa y que actuaba de una manera humilde y valiente. El gesto que ella tiene con David y las palabras que utiliza consiguen aplacar la ira y las ganas de venganza de éste, quien era prácticamente el futuro rey de Israel, y es así que David queda admirado ante la serena firmeza de Abigail, quien le ruega disculpe a su marido y le suplica que respete sus tierras y sus sirvientes no haciendo justicia con su propia mano y sorprendentemente este hombre enojado y con mucha ira es apaciguado por esta mujer hospitalaria y valerosa y es así que David no hace nada contra Nabal y este muere al darse cuenta por su esposa, de que fue ella quien ayudo a David dándole de sus bienes sin su consentimiento y tiempo después Abigail pasaría a ser esposa de David.

Y esta actitud de enfrentar esta situación como propia le hace ver leal ante su esposo, ser una verdadera ayuda idónea ya que Abigail es mediadora y reconciliadora, aunque el esposo no se lo agradezca

En conclusión esta mujer demuestra un acto de valor y de profunda fidelidad sin perder su dignidad.

Abigail, un nombre que bien merece engalanar la Galería de la Fe.