Durante esta época de Navidad preparemos nuestros corazones para reflexionar el verdadero significado de la venida de Cristo al mundo, el Dios hecho hombre, para darnos eterna salvación.
Las profecías sobre la venida del Mesías proclaman la paz venidera al establecer el Reino de Dios. Por la muerte y resurrección de Cristo tenemos paz con Dios. Su presencia con nosotros nos da paz interior en medio de diversas circunstancias. En HCJB, en este tiempo de adviento, encendemos la tercera vela que nos recuerda la paz que tenemos en Cristo.
Versículos para meditar:
Pues nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus hombros, y será llamado: Consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Su gobierno y la paz nunca tendrán fin. Reinará con imparcialidad y justicia desde el trono de su antepasado David por toda la eternidad. ¡El ferviente compromiso del SEÑOR de los Ejércitos Celestiales hará que esto suceda! Isaías 9:6-7
Y todo esto es un regalo de Dios, quien nos trajo de vuelta a sí mismo por medio de Cristo. Y Dios nos ha dado la tarea de reconciliar a la gente con él. Pues Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando más en cuenta el pecado de la gente. Y nos dio a nosotros este maravilloso mensaje de reconciliación. 2 Corintios 5:18-19
Oración
Amado Señor, mi corazón se llena de gozo al recordar que tú eres nuestra Paz. Enviaste a tu Hijo Jesús para reconciliar al mundo contigo.
¡Qué hermoso regalo de amor!
Ayúdame a compartir con otros tu Paz inagotable. Concédeme la gracia de tu Paz y que yo sea fuente inagotable de Amor y reconciliación.
Forma mi carácter Señor, para que yo sea instrumento de tu Paz, cualquiera sea la circunstancia de mi vida.
Y la PAZ que sobrepasa todo entendimiento, guarde mi corazón en el amor de mi Salvador, Cristo Jesús.
Amén.