- Frutos secos. Un puñado de frutos secos al día puede ayudar a aumentar los niveles de serotonina, también conocida como la hormona de la felicidad, en el sistema nervioso. Además, aportan vitaminas y minerales como zinc y magnesio (ideal para aliviar la fatiga), y ácidos grasos que ayudan a reducir los niveles de colesterol.
- El aguacate es una fruta muy completa, porque contiene fibra, proteínas, minerales como potasio y zinc, además de todas las vitaminas que se pueden encontrar en los vegetales. Todo esto ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona que más influye en los síntomas de estrés. Además, por su alto contenido en ácidos grasos tipo Omega-3 está considerado como un alimento que baja el colesterol.
- Espinacas. Una porción de espinacas (1 taza) aporta casi la mitad del magnesio que tu cuerpo necesita al día, y evita que te sientas fatigado o que sufras esos molestos dolores de cabeza. Las espinacas también aportan vitamina K y ácido fólico; este último es muy importante para un adecuado desarrollo del bebé en las embarazadas.
- Cítricos. Frutas como naranjas, limones, pomelos o kiwis tienen un alto contenido en vitamina C, lo que no solo ayuda a potenciar tu sistema inmunológico contra esos molestos resfriados, sino que reduce los niveles de cortisol, una hormona directamente relacionada con el estrés, y regula la presión arterial.
- Chocolate negro. El chocolate es otro alimento bueno para el estrés, y su consumo, como todos sabemos, es además placentero y relajante. ¿Y qué mejor opción? No solo reduce los niveles de cortisol (la principal hormona relacionada con el estrés), sino que estimula la liberación de endorfinas, lo que nos produce una sensación de felicidad. Procura que sea chocolate negro (70% de cacao o más) y come solo tres a cuatro porciones (unos 40 g al día).
Ofelia Diaz de Simbaña
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