3 lecciones de Juan el Bautista para esta Navidad
1- Prepararnos para Navidad
Como el pueblo estaba en expectativa, preguntándose todos en sus corazones si acaso Juan sería el Cristo, respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
Lucas 3:15-16
Para muchos Navidad es la cena del 24, los regalos del 25 o las fiestas con amigos y familia los días anteriores. Pero Navidad es sobre la historia de Emanuel, el Dios, creador del universo, que dejó de lado su posición de realeza por salvar a una raza que lo odia o desconoce. Es la historia de un grupo de personas perdidas en oscuridad total, que pueden abrir sus ojos gracias al nacimiento de un bebé indefenso.
Hay una hermosa tradición de Navidad conocida como el Adviento o Advenimiento. Es un periodo de casi 1 mes antes de navidad donde nos «preparamos» para la venida del Cristo. Incluso en muchos hogares usan calendarios de adviento, donde hay una ventana que se abre cada día antes de la navidad o un bolsillo con un dulce por cada día.
El hecho que el Dios Todopoderoso, creador de todo lo que podemos ver, haya decidido nacer en la forma más indefensa y de la manera más humilde es algo demasiado grande para comprender en nuestro entendimiento humano. Por eso es bueno prepararnos para la Navidad, contemplar lo que realmente significa y ser como Juan el Bautista esa «voz en el desierto» que preparó el camino para la venida del Salvador. Así nosotros debemos preparar a los demás ante la próxima vez que el Cristo venga a la tierra.
2- Reconocer a Cristo cuando venga a nosotros
Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo,
Lucas 1:41
La historia de Navidad está llena de gente que reconoció a Jesús de manera milagrosa. Los reyes magos fueron guiados por una estrella y no se dejaron engañar del rey; los pastores fueron guiados a un pesebre ordinario y lo conocieron allí; Simeón y Ana reconocieron a Jesús como el Salvador aunque era un simple niño como cualquier otro. Pero Juan, familiar de Jesús, lo reconoció incluso antes de nacer.
He conocido gente que parece tener una conexión especial con Dios y las cosas espirituales, y admito que muchas veces me he sentido un poco envidioso. Reconozco que podría tratar de ser más sensible y atento a Cristo en mi vida. Por eso me parece tan increíble la historia de Juan el Bautista que sin si quiera haber nacido fue capaz de reconocerlo en el vientre de su madre.
Espero que todos podamos reconocer a Cristo cuando venga a nuestra vida. El lado triste de este relato es las multitudes de personas que pasaron frente a María sin reconocer a Cristo. Espero que en esta Navidad puedas preparar el corazón de tus seres queridos para que cuando vean a Cristo, no vean una persona más, o un cuento más, sino que vean al Salvador del Mundo y al Salvador de sus vidas.
3- Hacer lo que Cristo me pide hacer
Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre.
Mateo 3: 4
Alza la mano si tu aspiración en la vida es ser un indigente. Levanta la mano si elegirías vestir piel de camello antes que ropa de marca. O alza la mano si te gusta comer insectos.
Creo que ninguno de nosotros elegiría tener la vida de Juan el Bautista.
Pero Juan la eligió.
No todos somos llamados a ser cantantes famosos, o predicadores de multitudes. No todos somos llamados a ser misioneros o empresarios. Cada quien es llamado a lo suyo. Juan fue llamado a ser un ermitaño errante, en la lista de los más buscados de Judea, sin un peso en sus bolsillos (técnicamente ni bolsillos tenía) y con un mensaje de confrontación para todas las personas.
Cuando Cristo te pida hacer algo extraño con tu vida, ¿vas a decir que sí? Cuando Dios te pida que lo des todo por Él ¿Lo harás?
Espero ser el tipo de persona que fue Juan. Con los ojos puestos en Cristo y no en lo que el mundo considera importante.
Espero ser la persona que Reconoce a Cristo, Obedece lo que me pide y Prepara al mundo para recibirlo también. Espero ser como Juan el Bautista y ser recordado por mi parte de la historia de Navidad.