Si eres un ser humano en algún momento has sentido que se te acaba el mundo; que todos están en tu contra; que todo te sale mal. En estos momentos es natural preguntar ¿acaso a Dios no le importa? o ¿Por qué Dios permite que me pase esto?
Para responder a esto quiero que veamos lo que nos enseña la vida de algunos personajes de la Biblia sobre la Soberanía de Dios. Si no conoces bien lo que es «soberanía» sólo piensa que dice «Dios está en control».
1) Dios es soberano sobre las acciones humanas
En el libro de Genesis, Moises pasa mucho tiempo contando la historia de un joven llamado Josue. De los capitulos 37 al final del libro cuenta como este joven fue vendido por sus hermanos como esclavo, acosado por la esposa de su jefe, acusado falsamente y encarcelado por años, olvidado por sus amigos y finalmente elevado a la posición más alta en Egipto después del faraón. Es una historia digna de películas de Disney, series animadas, musicales y mucho más. Pero hay algo que nos enseña sobre Dios cuando nos enfrentamos a las acciones malvadas de la gente: Dios es soberano.
En Genesis 45:5,7 José dice «Dios me envió delante de vosotros». Mira bien que Jose reconoce que no fue por las acciones de sus hermanos sino por la mano de Dios todo lo que le sucedió. Y al final del libro José dice en Génesis 50:20 «Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo tornó en bien».
No olvides. Incluso cuando te maltraten, te vendan como esclavo, te encarcelen. Dios esta en control. Dios es soberano.
2) Dios es soberano sobre las catástrofes
Uno de los problemas más difíciles de entender es cuando suceden cosas terribles en el mundo: terremotos, huracanes, tornados, volcanes, tsunamis y más. Y cuando mueren cientos o miles de personas preguntamos ¿Dónde estaba Dios?
El libro de Job es posiblemente el primer libro escrito en la Biblia y se dedica a contar sobre un hombre que perdió todo. Perdió a sus hijos, perdió sus bienes, perdió su salud y perdió el apoyo de sus seres queridos. En el primer capítulo del libro nos cuenta que Job perdió su ganado por «fuego de Dios que descendió del cielo» y sus hijos por un viento fuerte que azotó y derrumbó la casa en que estaban. Por esto muchos desastres más Job tendría derecho a pensar ¿Dónde estaba Dios? Sin embargo la respuesta de Dios es lo opuesto a esa pregunta.
Hacia el final del libro Dios le responde directamente a Job por cuatro capitulos enteros casi exclusivamente en preguntas retóricas. En uno de mis pasajes favoritos Dios le dice (parafrasis) «A ver, si eres tan hombrecito como para responderme, yo te hago preguntas y tu contesta. ¿Dónde andabas tú cuando hice toda la tierra? Anda, responde si te crees tan pilas. ¿Quién decidió de qué tamaño hacerla? ¿O quién hizo que todo encaje bien? ¿Sobre qué están fundadas sus bases?…»
Básicamente Dios dice: Yo tengo el control de todo y tu no tienes control de nada. ¿Quién eres tu para desafiarme o dudar de mi? Y sin embargo después de esta lección de humildad que le da Dios a Job, le restaura todo lo que le había quitado y le da aún más.
Nuestra pregunta no debe ser ¿Dónde estaba Dios cuando sucedió tal cosa? debe ser ¿Quién soy yo para que este Dios omnipotente y santo aún tenga con vida a un humano tan pecador?
3) Dios es soberano sobre la muerte
Hay dos historias en el Nuevo Testamento, en el libro de Hechos, que me gustan por lo que enseñan en cuanto a Dios y la muerte. Una es la historia de un hombre llamado Esteban y la otra es la de un joven llamado Eutico.
Esteban fue uno de los líderes elegidos por los apóstoles para administrar los bienes de la iglesia y asegurarse que traten bien a todas las personas por igual. Esteban decide predicar a la gente y por esto es arrestado y presenta defensa frente a los judios los cuales se enojan contra él y deciden matarlo apedreado. Eutico, en cambio, fue un joven de la iglesia en la ciudad de Troas que fue a escuchar a Pablo hablar una noche. Eutico viendo que Pablo predicaba demasiado y estando sentado en la ventana se duerme, se cae y muere. Y yo pregunto ¿Cuál de estos dos merecía ser resucitado?
Si eres como yo pensarías que el gran predicador y líder de la iglesia que se enfrentó a los opositores de Jesús merecería vivir. Sin embargo Dios decide que ese joven quien terminó su vida solo porque Pablo era aburrido y predicaba demasiado es el que merece vivir. Si Esteban no hubiese muerto, no habría iniciado la persecución, no se repartiría el evangelio y no se cumpliría la promesa de Jesús en Hch 1:8. Y si Eutico no hubiese revivido quizas no habría tenido la oportunidad de escuchar bien el evangelio que predicaba Pablo, y sirve como muestra de la misericordia de Dios para los que nos dormimos en la iglesia.
Dios tiene control sobre quien vive y quien muere, incluso cuando para nosotros no tiene sentido. Dios es soberano incluso sobre la muerte.
La idea de este articulo no es que nos duela menos las pérdidas, ni decir que todo estará bien al final. Porque ante nuestro punto de vista humano, no siempre tendrá un «buen» resultado. Pero la mayor confianza la hallo en que hay un Dios todo poderoso, quien es todo amor y quien es todo bien, en control de todo. Puede que no lo entienda y puede que no haga las cosas como yo deseo. Pero El está en control.
Y para mi eso es suficiente.