El kiwi es una bomba nutricional, contiene el doble de vitamina C que la naranja, el doble de vitamina E del aguacate, y una grande cantidad de vitamina A, tiene igual cantidad de potasio que el banano, vitamina K, que estimulan los glóbulos rojos.
Los kiwis contienen luteína, que tiene propiedades antioxidantes, ácido fólico y vitamina C que ayuda a reforzar el sistema inmunitario o evitar alergias y resfriados pese a que esta fruta no es un cítrico. Además, puede evitar el nerviosismo y la ansiedad, siendo perfecto también para reducir el estrés. Comer esta fruta permite mantener las células más jóvenes. Uno de los principales usos cosméticos que se le da a este alimento es su efecto rejuvenecedor. Promueve, además, la regeneración celular, por lo que es ideal para combatir acné, cicatrices, arrugas o manchas en el rostro. También es óptimo para la salud del cabello y consigue hidratarlo profundamente sin apelmazarlo.
Aquellos que son alérgicos a una enzima llamada proteolítica actidina no deben consumir kiwi, papaya o piña. Tampoco los que tienen tendencia a desarrollar cálculos renales (piedras en el riñón). Debido a su contenido en potasio, no se recomienda para los que padecen de insuficiencia renal. Los síntomas por intoxicación pueden derivar en urticaria, problemas para tragar y vómitos.