Conozco cavernas rocosas situadas en zonas muy húmedas donde suele haber grietas que destilan agua gota a gota. Justo en el lugar de la caída del agua se forman hoyos en la roca. En lugares como esos uno pude darse cuenta del impresionante poder que tiene el agua, sumado a la persistencia. Se dice que, en la confrontación entre el agua y la roca, el agua siempre gana, no por medio de la fuerza sino por la perseverancia.

Esto nos muestra que el éxito no se logra de la noche a la mañana, lleva muchos años lograrlo.

¿Cómo desarrollar persistencia o perseverancia? A continuación, te ofrezco una guía sencilla pero eficaz:

  1. Deberíamos ser personas de voluntad firme, no tercas. La diferencia está en la madurez del carácter. La mayoría de personas que se rindieron y reportaron fracasos no se dieron cuenta de lo cerca que estuvieron de lograrlo cuando desistieron.
  2. Deberíamos Intentarlo una segunda vez más veces.  La búsqueda nos da el derecho a alcanzar las cosas deseadas. Las cosas que no son buscadas se pierden en el silencio y el olvido.
  3. Mantener un compromiso inquebrantable
  4. Ser una persona inquisitiva
  5. Asumir las pruebas como oportunidades y no como excusas para desistir, pues un hombre no esta acabado cuando es derrotado sino cuando desiste.

Cualquier cosa que quisiéramos lograr en la vida va a requerir persistencia. Pero ser persistente a medias no produce medio resultado. No produce ningún resultado. Toma tiempo lograr lo que planeamos; en este sentido, el éxito es simplemente la recompensa natural de tomar tiempo para hacer una cosa bien.

 Manténganse siempre en estado de alerta, pero confiando en Cristo. Sean fuertes y valientes, y todo lo que hagan, háganlo con amor, dijo el apóstol Pablo. 1 Corintios. 16:13 TLA.