Como un cazador experimentado, nuestro enemigo usa mentiras para atraparnos. Cada mentira que creemos nos hace sentir dolor, perder o herir las relaciones, y perdernos la vida abundante que Dios quiere que tengamos. Robert Wolgemuth

¿Te has creído las mentiras que satanás ha dicho sobre ti? Yo sí, en especial esas que ponen en duda mi identidad con Dios. Al puro estilo de “la caída del hombre” (como lo leemos en la Biblia) una de las primeras estrategias de satanás para mantener al ser humano lejos de su Creador, la cual tuvo lugar en el jardín del Edén y cuyas consecuencias seguimos viviendo, seguimos cayendo en las trampas que el enemigo de nuestras almas nos coloca día a día.

Ahora quiero hacer una contra pregunta a la que te consulté en el primer párrafo:

¿Te has creído las verdades que Dios dice sobre ti? A veces yo no me las creo y ahí es cuando aprovecha satanás para devorarme, en el sentido metafórico de la palabra: me drena el corazón, mi mente, mi salud y termina por convertirme en un zombie.

¿Qué hubiera pasado si Adán y Eva DECIDÍAN ignorar a la serpiente? Sencillamente querido lector ambos estaríamos disfrutando de la presencia de Dios mientras comemos frutos (no prohibidos) y acariciamos un león, pero no, estamos aquí, intentando descifrar la mejor manera de tomar decisiones en la vida.

Patrick Morley, en su libro “El hombre frente al espejo” da algunas claves para tomar decisiones trascendentales dentro del matrimonio, pero es increíble la manera en que trata el cómo al intentar cumplir nuestras ambiciones dejamos un rastro de relaciones rotas a nuestro alrededor, incluye a hijos desenfocados en sus metas, espos@ abatid@ por la falta de compromiso y responsabilidad, hermanos envidiosos, amigos heridos.

Cada decisión que tomamos hoy afectará a nuestros seres queridos mañana, cada vez que decidimos pecar, también decidimos herir a nuestros afectos.

Por el momento parece un mensaje nada alentador, pero es que aún no te cuento cómo derrotar esas mentiras que satanás ha ido poniendo en tu mente las cuales te han orillado a tomar decisiones erróneas.

Para ello quiero contarte la historia de un muchacho que abrazó el romanticismo desde muy joven y que, al no tener control de sus sentimientos se desenfocó de lo esencial (su relación con Dios) este apuesto pero impulsivo joven se dejó envolver de las mentiras del enemigo de su alma, este le susurraba al oído que su valía dependía netamente de su “enamorada”, mientras menos besos y abrazos habían, menos valor tenía, mientras más detalles, tiempo y atención recibía entonces se convertía en el ser más valioso del planeta, tal vez en sentido poético suene bonito, pero en verdad le hacía daño, no fue hasta que terminó la relación con ella  que empezó a poner prioridades y se encontró con Dios el cual le mostró su verdadera valía en Jesús.

Tal vez adivinaste, ese joven era yo a los 21 años y aunque sigo tomando malas decisiones se unió a la ecuación Dios, quien está presente para levantarme, corregirme y guiarme a tomar mejores decisiones que ayer.

Decisiones en el área sentimental

Tal vez, actualmente te encuentras en una relación y sientes que Dios no está en la ecuación o que pronto podría dejar de estarlo. O quizá estás soltero y piensas que solo cuando te comprometas con alguien empezarás a serle fiel a Dios.

Cualquiera que sea tu caso déjame decirte que necesitas poner a Dios en primer lugar, de esa manera empezarás a escribir esa historia de amor (si es esa la voluntad de Dios para tu vida) que está muy alejada de los cuentos de Disney o de las parejas de famosos que vez en las redes sociales, para lograrlo hace falta ser tú mismo, reconocer que necesitas ayuda para tomar mejores decisiones y así encontrar tu identidad en Dios.

Lee esta mentira:

No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él (fruto), serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios. (Gn. 3:4-5).

Robert Wolguemuth En su libro: “Mentiras que los hombres creen y la verdad que los hace libres” recalca que este pasaje bíblico fue el inicio de una serie de mentiras que se desencadenaron posteriormente, menciona que esta mentira tiene como objetivo hacerte dudar de tu identidad como hijo de Dios.

Parafraseando a Wolguemuth: cuando satanás susurra al oído de alguien, animándolo a hacer algo insensato (en el mejor de los casos) o pecaminoso (en el peor), a veces el hombre va contra su buen juicio, creyendo que podrá arreglar las cosas.

La estrategia es hacerte pensar que tú puedes controlar el pecado y de esa manera poder atarte a ello.

El momento de tomar decisiones inteligentes ha llegado

Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. (Jn. 8:31-32)

Nuestro primer encuentro con la libertad y la verdad después de haber escuchado las mentiras de satanás y de estar viviendo en ellas dentro y fuera de una relación sentimental es aceptar que nuestro ser (mente, cuerpo y espíritu) no puede salvarse a sí mismo de una vida llena de pecado junto a sus consecuencias, que nos hace falta la indudable intervención divina, la cual se ve encarnizada en la muerte y resurrección de Jesús.

Entonces solo así empezarás a reconstruirte desde las cenizas que te dejó el pecado y levantarás la cabeza, sabiendo que Dios no quiere que bases tu valor en una relación o persona, si no que tu valía está en que fuiste escogido desde el vientre de tu madre para cumplir un propósito en esta tierra y que tus pecados son perdonados y tu vida restaurada a partir de esa premisa.

Al conocer esta noticia mis decisiones se basan en Su amor que sobrepasa todo entendimiento humano y estoy más que seguro que una decisión fundamentada en Jesús, será una decisión inteligente.