En nuestra época algunas adicciones son consideradas socialmente aceptables (comida, redes sociales, trabajo, café, azúcar, celular, videojuegos, etc) pero no dejan de ser adicciones, y pueden llegar a perjudicar mucho. A veces, acudimos a excesos para tratar de llenar un vacío existencial con placer momentáneo, pero al final de todo el problema sigue ahí. Dios quiere que tengamos una vida estable, equilibrada, una vida llena de paz y para lograr eso, nos dotó de cualidades, nos llenó de autodisciplina, autocontrol, determinación.

 2 Timoteo 1:7 dice:

Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina.

Los que me conocen, saben que me obsesiono con facilidad, soy de las personas que, si le gusta una serie o un libro no paro hasta terminar, aunque implique no dormir por varias noches, he pasado por muchas adicciones: beber demasiado café, hacer ejercicio, revisar todo el tiempo mis redes sociales, estudiar, comer,  pero seamos sinceros, todos alguna vez en nuestra vida, hemos sido adictos a cualquier cosa, ya sea a algo aparentemente irrelevante o a algo muy dañino, como dije, adicción es adicción. Les presento una serie de concejos que me han ayudado y pueden ayudarles.

Cómo vencer una adicción:

  • Reconocer que tengo una adicción.
  • Pedir libertad al Padre: Juan 8:36 dice “Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes son verdaderamente libres”.
  • Buscar ayuda: Superar una adicción no es cosa fácil, es muy probable tener sentimientos de soledad, por eso es importante acudir con amigos que nos apoyen.
  • Evitar al lobo cuando hay luna llena: Esto significa, que debemos alejarnos a toda costa de las cosas que son motivo de nuestra adicción.
  • Levantarnos cada vez que caemos: A veces hay momentos en los que fallamos, pero no hay que dar el brazo a torcer, no hay que rendirse.

Dejar un mal hábito es difícil, por eso es de suma importancia, acudir al Padre, llenar el vicio que la adición dejó con Dios. Cuando las cosas se pongan feas, recordemos que él nos dio un espíritu de autodisciplina y que con su ayuda podemos estar en paz y dejar atrás todo mal hábito.

 

ESCRITO POR: David Paredes