Hemos vivido cosas dificiles, que duelen, que lastiman. Pensamos que Dios no estuvo ahí para cuidarnos. Nos enojamos o nos resentimos. Miramos al cielo y culpamos a Dios de lo que pasó.
Es muy común pensar que las cosas malas que suceden son responsabilidad de Dios.
- Si Dios existiera, no habría maldad en el mundo
- Si Dios existiera, no habrían violaciones
- Si Dios existiera, destruiría la maldad. (¿Cuál maldad es la que Dios debería destruir, la de otros o la nuestra también?)
- Si Dios estuviera conmigo, no me habría pasado esto
¿Dónde está Dios cuando parece que no está?
Estamos en un mundo gobernado por las reglas opuestas a las de Dios. Vivimos según nuestras emociones y luego culpamos a Dios por nuestros errores. Y aunque pensemos que la presencia de Dios se evidencia por la abundancia o las sensaciones, la verdad es que él está contigo aunque no sientas nada. No siempre Dios se hace presente con cosas «sobrenaturales», a veces está llorando con nosotros, abrazándonos.
- Él no te ha dejado solo
- Él no es indiferente a tu dolor
- Él sabe que tienes vergüenza, miedo, enojo
- Dios es un Dios protector no porque impida siempre que nos pasen cosas malas, sino porque tiene el poder para sanarnos, para restaurar, para curar
Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.
Juan 16:33
Escrito por Jimmy Sarango | Lee sus reflexiones en www.jimmysarango.com