El aceite de oliva extra virgen (AOVE) también es llamado ‘oro líquido’ por los múltiples beneficios que aporta a nuestro organismo. Este superalimento, que es base de la dieta mediterránea,proviene en su mayoría de España, otro poco sale desde Grecia e Italia y solo un 3 % de la producción mundial se produce fuera del Mediterráneo.
La Fundación Española del Corazón recomienda un consumo diario de tres a seis raciones de aceite de oliva virgen extra, debido a que también ayuda a prevenir las enfermedades cardíacas al reducir la inflamación, reforzar el revestimiento de los vasos sanguíneos y prevenir la coagulación no deseada. Además, nos ayuda a protegernos del colesterol malo o LDL.
Aceite de oliva e hipertensión. Los expertos sugieren que solo agregando dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra a nuestra dieta todos los días, puede disminuir la presión arterial de manera constante en 8 semanas.
Aceite de oliva y patología coronaria
Para prevenir la enfermedad coronaria, es esencial elegir un estilo de vida saludable: no fumar, no engordar, comer de manera saludable y tratar de evitar el estrés, controlar la presión arterial, la diabetes y el colesterol. Todo esto significa eliminar los “factores de riesgo modificables”, es decir, situaciones que pueden dañar arterias coronarias y en las que podemos hacer algo. Las dietas con alto contenido de ácidos grasos monoinsaturados (como el aceite de oliva) proporcionan este beneficio a través de efectos directos sobre los factores de riesgo, pero también a través de efectos de protección directos como la actividad antioxidante.