Evitar ambientes secos, contaminados y con corrientes de aire.
Recordar parpadear con frecuencia mientras se está leyendo o usando pantallas.
Aplicar medidas de higiene, evitando el contacto con personas que están sufriendo infecciones oculares.
Hacer un uso correcto de las lentes de contacto.
Aparte de dormir más, pueden usarse lágrimas artificiales. No deben utilizarse los colirios vasoconstrictores que anuncian en la televisión. Aunque blanquean el ojo enseguida, una vez que cesa su efecto se produce una vasodilatación y enrojecimiento de rebote que puede ser más intenso que el que se tenía inicialmente.