Modificar el déficit de la enzima fructosa
Otras personas pueden sufrir alteraciones cuando consumen determinadas frutas y verduras. Esto puede ser debido a que sufren intolerancia a la fructosa, es decir, su organismos no absorbe bien este nutriente. No todas las frutas y verduras tienen el mismo tipo de fructosa. En este sentido, lo ideal es observar qué alimentos nos sientan mejor o peor. Podemos, además, seguir una dieta FODMAP, pero siempre de la mano de un nutricionista, ya que este tipo de dieta se debe realizar con asesoramiento y no se debe prolongar en el tiempo.
¿Qué ocurre entonces a nivel gastrointestinal?
En estas personas se producen los síntomas derivados de una intolerancia: pesadez gastrointestinal, gases, dolor abdominal, diarreas… Debemos tener en cuenta que en numerosas ocasiones estos síntomas pueden confundirse con los de una alergia alimentaria. Hay que ser cautos y en caso de padecer alguno de estos síntomas, acudir al médico para establecer el diagnóstico adecuado.
Corregir el déficit de lipasa ácida lisosomal
Cuando existe un déficit de esta enzima, se impide la correcta absorción de las grasas. Por ello debemos:
Realizar una modificación selectiva de la ingesta de lípidos en función de las necesidades.
Reemplazar la enzima mediante tratamiento farmacológico.
Además, no te olvides de incorporar en tu dieta alimentos ricos en enzimas digestivas como, por ejemplo, frutas como el kiwi o el aguacate, probióticos como el kéfir o el chucrut (artesanal, ya que si está pasteurizado, pierde parte de las enzimas) o verduras como la escarola, los berros, los canónigos o los rabanitos.