La persona media pasa entre el 45 y el 70 por ciento del día escuchando a otros, pero en cada periodo de 24 horas dedica muy poco tiempo a escuchar a su cónyuge. La mayoría de las parejas conversan realmente nueve minutos al día, en promedio, esto afirma la directora del comité de negocios de la Asociación Internacional de Técnicas de Escucha, Helen Ralston, quien realiza investigaciones sobre el tema cerca de Oxford, Inglaterra.
Sí hacemos un recorrido de nuestro día y pensamos conscientemente en cuánto tiempo estamos dedicando a escuchar con todos nuestros sentidos a nuestro cónyuge; seguramente las cifras que arrojan los estudios sobre este tema no se equivocan.
Lo peligroso es que si estamos muy distraídos con nuestras labores diarias y nos enfocamos egoístamente en nuestra necesidad de hablar y ser escuchados, y no de escuchar, podemos no percibir las señales sutiles de cómo se siente nuestra pareja, y eso a la final nos llevará a distanciarnos y ser atacados por otros enemigos del matrimonio. Tristemente, muchos de nosotros desaprovechamos esas oportunidades de conexión con quien decimos amar.
Identificar si existe la inhabilidad de escuchar con atención a nuestro cónyuge es el primer paso; accionar es la clave para que nuestra pareja se sienta más valorada, respetada y amada.
Algunas recomendaciones básicas que muchos expertos señalan para adquirir esta destreza son: Enfocarnos en escuchar; es normal que la mente divague durante una conversación, pero si nos hacemos conscientes de esto, podremos evitarlo más fácilmente. Otro punto clave es que si sabemos que no podemos escuchar a nuestra pareja en cierto momento, seamos francos y propongamos hablar más tarde; luego, debemos cumplir esto, dejando a un lado el celular, la internet, y sentándonos a conversar. Algo muy difícil pero esencial es no interrumpir; esto hace que nuestra pareja se desconcentre, y tal vez hagamos que pierda el interés en conversar. “Interrumpir no ayuda, y es señal de impaciencia”. Y un último pero importante punto es estar consciente de cuándo y qué decir sabiamente; es necesario pensar y luego hablar.
Cuando en una relación se escucha a la pareja hay acercamiento, hay sentido de valía, de interés, de amor, y cada vez nos volvemos más cómplice del otro. Entonces… vale la pena hacer una pausa y escuchar.
Tammy Torres