En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia.

Proverbios 17: 17 (RVR60)

Alguna vez oí una frase que me ha acompañado a través de los años, “los amigos son la familia que escogemos”, y esto me recuerda proverbios 17: 17.  Los amigos personas que aparecieron en nuestras vidas en el momento menos esperado y decidieron quedarse para formar parte nosotros.

Muchas veces nuestros amigos nos conocen más que nuestros familiares y es comprensible porque hay cosas que no contamos a nuestros padres o hermanos por no crearles preocupaciones innecesarias, vergüenza o falta de confianza.

Contamos con amigos pero a veces no dimensionamos el bien que hacen en nuestras vidas, si reflexionamos un momento tenemos muchas razones por las cuales agradecerles.Como en las situaciones en las que nos han llenado de esperanza.

  • Al orar por nosotros. Han permanecido a nuestro lado en los procesos y en la toma de decisiones, sus consejos y sus oídos han estado prestos siempre.
  • Al compartir nuestras cargas y alegrías. Gracias a ellos el peso del dolor se divide y la alegría se multiplica.
  • Al recordarnos nuestra identidad. Quienes somos y quien es el Dios en quien creemos.
  • Al llamarnos a la calma y la reflexión. El mundo está lleno de ruido, ellos nos invitan a hacer una pausa.
  • Al recordarnos nuestras prioridades. Nos ayudan a no perder el enfoque.
  • Al permanecer a nuestro lado. Aun cuando ven lo peor de nosotros.
  • Al oír nuestras historias una y otra vez. Porque solo ellos entienden la necesidad de hablar de ello.

Dios usa la amistad para formarnos y ayudarnos a crecer, la amistad es un regalo de Dios y debemos cuidarla y cultivarla.