La fe no se hereda

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Jimmy Sarango

La fe no se hereda

Resulta que la fe no es hereditaria.

¿Se han dado cuenta que en el Antiguo Testamento, Jehová les dice a varias personas “Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”? Recientemente entendí por qué: ¡les estaba recordando las cosas que había hecho con sus padres! Ya que la fe no es hereditaria sí es un regalo de Dios, y cuando él les recordaba los nombres de sus padres era para traer a memoria las hazañas y milagros que hizo con ellos:

  • Abraham y su esposa tuvieron un hijo aunque ella era estéril… ¡y además estaban viejos!
  • Isaac era el hijo de la promesa de Abraham, pero tuvo que conocer la fidelidad de Dios personalmente. Fue extranjero y vio prosperar su trabajo aún en momentos difíciles, además su esposa fue la respuesta a la oración de su padre.
  • Jacob huyó de su casa después de deshonrar a su hermano, anduvo como nómada pero encontró un hogar y formó su familia. Tuvo hijos, hijas, riqueza, pero sobretodo encontró el perdón de su hermano muchos años después.

La lista podría continuar, podemos mencionar a Josué, Gedeón, Esther, Daniel, José, Nehemías, Esdras, Pablo, pero el nombre más importante en esa lista es el tuyo. ¿Te imaginas que el versículo dijese “Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jimmy”? ¡Wow! Nos preguntaríamos qué hizo Dios con él para hacer su fe más personal.

Yo soy el Dios de tus antepasados; yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de __________ (agrega tu nombre)

El Dios de mis padres tiene que ser mi Dios, un día mis hijos buscarán al Dios de su padre también. Fe es ver lo que no es como si fuera.

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