«Arregla tu cuarto», «ven a comer que se enfría», «¿ a qué hora vas a venir?, «ponte saco», son algunas de las frases que probablemente has escuchado provenir de tu madre a lo largo de tu vida. La mía no es muy diferente, siempre está tratando de corregirme la postura, de peinarme o de darme consejos. Esos consejos y las largas conversaciones la han convertido en la mujer a la que más admiro, a la que más amo y en un ejemplo de Cristo en mi vida. Probablemente no tengas una buena relación con tu madre y debido a eso han puesto varias barreras entre ustedes que poco a poco han afectado su relación . A veces damos por garantizado la existencia de nuestra madre pero sabemos, aunque no lo esperamos, que algún día tendrá que partir de nuestro lado.
La sabiduría de una madre que deposita su corazón en Dios sobrepasa la sabiduría del mundo en muchísimas maneras. Ella es quien te conoce mejor, sabe qué es lo que buscas, ora por todos tus planes, por todos tus sueños y te pone frente a Dios antes que ella misma.
Recuerda que solo tienes una y que cada día que pasas con ella es un regalo de Dios, una forma de mostrarte su amor y su gracia. Puede que tengas problemas y conflictos en la relación con tu madre, pero recuerda que Dios no se olvida de ti, que si tú lo pones a Él en primer lugar, buscas de su presencia y lees continuamente su Palabra, te ayudará a restaurar la relación con ella. A lo largo de la Biblia podemos encontrar varios ejemplos de madres que probablemente tú nunca hayas escuchado, que no solo guiaron la vida de sus hijos sino que fueron instrumento de Dios en sus propósitos. Entre ellas tenemos a María, madre de Jesús; Noemí, suegra de Rut; Ana, la madre de el profeta Samuel y Eunice, madre de Timoteo.
Aquí te dejamos algunos versículos que te ayudarán a recordar a amar, respetar y honrar a tu madre. Las palabras claves están subrayadas para que sea más fácil acordarte de lo que dice la Palabra de Dios.
- «Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la enseñanza de tu madre; atalos siempre en tu corazón, enlázalos a tu cuello.» (Proverbios 6:20-21) (RV60)
- «La mujer sabia edifica su hogar, pero la necia con sus propias manos lo destruye» (Proverbios 14:1) (RV60)
- «Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. » (Éxodo 20:12) (RV60)
- » (Ella) Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará.» (Proverbios 22:6) (RV60)