Aliméntate antes de sentir hambre
El pasar mucho tiempo sin comer provocará una sensación de hambre incontrolable que conllevará a “desquitarse” posteriormente. El exceso de comida genera una sensación de saciedad e incrementa los niveles de insulina. En consecuencia, esto hace que el cuerpo se sienta cansado y, posteriormente, con más hambre.
En lugar de esperar a sentir hambre, siempre es aconsejable comer varias porciones de comida al día. Por supuesto, lo más recomendable es que sean alimentos de buena calidad y ricos en nutrientes. Esto no solo ayudará a reducir el apetito sino que, además, mantendrá el metabolismo activo para mejorar la capacidad de quemar grasas.
Dormir Bien
Muchas personas no lo saben, pero hay una relación entre la calidad del sueño nocturno y la capacidad para controlar la sensación de hambre.La falta de un descanso adecuado hace que aumente el deseo de ingerir dulces, grasas y carbohidratos. Por desgracia, esto podría dar como resultado la posible afección de graves problemas de salud a mediano y largo plazo. Durante las horas de sueño el organismo segrega una hormona conocida como leptina. Esta hormona actúa sobre la insulina para quemar células grasas y dar una mayor sensación de saciedad. Como resultado, al no dormir el tiempo suficiente no se activan los beneficios de esta sustancia y hay mayor propensión a la ansiedad.
Incrementar el consumo de agua reduce el apetito
Más de la mitad de las personas sufren algún grado de deshidratación por el poco consumo de líquidos saludables. Lo que la mayoría no considera es que este estado tiene efectos negativos en la salud. Esta sensación puede llegar a confundirse con el hambre.En conclusión, la falta de hidratación genera una sensación de cansancio y baja energía, lo que podría conllevar a comer más de la cuenta. Ingerir una buena cantidad de agua al día, incluyendo la que contienen las frutas y verduras.