Los ácidos grasos Omega-3 son uno de los suplementos más comunes usados para tratar naturalmente los síntomas depresivos.
Pescado y otros mariscos (especialmente pescados grasos de agua fría, como salmón, caballa, atún, arenques, y sardinas)
Nueces y semillas (como semillas de linaza, de chia y nueces negras)
Aceites de plantas (como aceite de la linaza, aceite de soja (soya) y aceite de canola)
Alimentos fortificados (como ciertas marcas de huevos, yogurt, jugos, leche, bebidas de soja (soya) y fórmula infantil)
Pedir apoyo para vivir el posparto con la mayor tranquilidad posible y evitar el excesivo cansancio, el papá ha de ayudar en aquellas tareas que faciliten el día a día de la mamá.
Las técnicas de relajación y meditación ayudan a enfrentarse al día a día con más paciencia y talante.
Confiar en las personas cercanas y en la ayuda que pueden brindar es básico, no hace falta cargar con todo el trabajo.
Dedicar un tiempo del día a una misma, para dar un paseo, ir al gimnasio o tomar un café con una amiga.
Hablar con otras mamás ayuda a comprender y superar las experiencias de las primeras semanas, para que la mamá sepa que no está sola ni es la única que se siente así.
Sonreír, es la mejor terapia contra la depresión, es importante buscar esas pequeñas cosas que nos hacen esbozar una sonrisa.
Son seguros para consumir durante y después del embarazo, y una investigación reciente ha encontrado que las mujeres con niveles más altos de ácido graso omega-3 DHA (ácido docosahexaenoico) tienen un riesgo mucho menor de desarrollar depresión postparto. Los suplementos de ácidos grasos omega-3 como el DHA pueden ayudar a controlar sus síntomas e incluso parecen prometedores como tratamiento preventivo.