El aceite de semilla de uva es el único aceite vegetal que penetra hasta la segunda capa de la piel, por lo que es perfecto para nutrirla a profundidad. Sus bondades han sido comprobadas tanto en el rostro como también en tratamientos para el cuerpo como en masajes o hidratación. Sí, el aceite de semilla de uva se asoma cada vez más en la cosmética natural por no concentrar grasa, a diferencia de otros, y en tanto, favorece a pieles con acné, puntos negros y/o sensibles de todas las edades. Descubre todas las razones por las que debes probarlo.
A diferencia de otros aceites esenciales, el aceite de semilla de uva es ideal para pieles sensibles, grasas y/o mixtas; ya que es considerado no comedogénico, esto es que su textura no obstruye los poros de la piel, ocasionando la salida de puntos negros; ni deja la sensación de grasa en ella y así tener la piel más bonita.
¿Cuáles son los beneficios del aceite de semilla de uva en tu piel?
Entre las bondades que se conocen del aceite de semilla de uva está el que es un poderoso antioxidante, al poseer una cantidad importante de vitamina E, flavanoides y resveratrol, lo que significa también que este aceite evita la acción de los radicales libres para el cuidado de la piel. Un segundo beneficio está en su propiedad regeneradora. La combinación de ácidos grasos como el omega 6 y el omega 9, ayudan a la síntesis de colágeno y elastina en la piel y, en consecuencia, su regeneración o longevidad.
¿Cómo aplicar el aceite de semilla de uva en la piel?
El aceite de semilla de uva se aplica directo sobre la piel ya que es un aceite vegetal por lo que no causa irritación. Es cómo aplicar aceite de coco o de oliva. Se sugiere que, si tu piel es seca, uses este aceite dos veces por semana, mientras que si tienes la piel mixta o grasa hazlo una vez por semana.