- Pórtate bien
- Abre la boca para saludar
- Siéntate bien
- Baja los codos de la mesa
- Haz silencio.
- No cuestiones.
- No preguntes.
- No te rías así
- No llores así
- No te quejes
En la vida mucha gente espera mucho de nosotros. Esperan que nos portemos bien, que seamos chicos modelos, que seamos referentes para una sociedad convulsionada, y muchos chicos logran serlo sin entender el porqué de esto; se convierten en muñecos de yeso, modelados por otros, sin tener un sentido.
Pablo le dijo a Timoteo que sea ejemplo, pero no le dijo “párate bien”, “no hables así”. Pablo le dio parámetros específicos que me gustaría desglosar:
Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.
- Palabra: Lo que dices
- Conducta: Lo que haces
- Amor: La intención con la que haces las cosas
- Espíritu: Dios está presente
- Fe: Consciente de que todo tiene un sentido
- Pureza: Cuidándote a ti mismo
No le da una lista de reglas, sino le anima a perfeccionarse en ciertas áreas específicas, de esta manera le permite a Timoteo ser Timoteo, tomando en cuenta varias cosas. Es fácil seguir reglas sin sentido aparente, y cuando no hay nadie que te ve con prisa corres a romperlas. Cuando estás expuesto al público nuevamente te esfuerzas por “ser ejemplo” pero en lo personal no crees en eso.
Sé ejemplo, pero no seas un muñeco. Sé de ayuda para otros, pero no seas un títere de lo que otros esperan de ti. Sé lo que Dios te ha pedido que seas.
Jimmy Sarango | www.jimmysarango.com