Cabe recalcar que no todas las grasas son iguales. Es por ello que es necesario escogerlas sabiamente, algunas grasas son ‘buenas’, mientras que otras son ‘malas’. A continuación, explicaremos un poco más sobre las mismas, con el respaldo de American Cancer Society (Asociación Americana de Cáncer).

Grasas no saturadas

Son grasas “buenas” que se encuentran principalmente en las verduras, frutos secos, semillas y pescado.

A temperatura ambiente, estas grasas son líquidas, no sólidas. Hay dos categorías grandes de grasas buenas: grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas. Las encuentra en la mayoría de los frutos secos, productos de soja, aceite de oliva, aceite de maní, aceite de canola, aguacates, atún blanco y salmón.

Grasas saturadas

No son recomendables en exceso y se encuentran en la carne y en otros productos de origen animal, tales como mantequilla o manteca, queso y en toda leche salvo la leche descremada. Son sólidas a temperatura ambiente.

Las grasas saturadas también se encuentran de forma líquida en los aceites de palma y de coco, los cuales se suelen usar en los productos de panadería disponibles en el supermercado.

Grasas trans

Son el peor tipo de grasas alimentarias, y se encuentran de forma natural en pequeñas cantidades en algunos productos de origen animal como la carne roja, el queso y la leche entera, pero la mayoría de la grasas trans consumida en América son de origen sintético que hace que los aceites líquidos se vuelvan sólidos.

Se pueden encontrar en la margarina y en ciertos bocadillos que se compran en el supermercado o en un restaurante, en productos de panadería y en frituras. Si usted ve que dice aceites “hidrogenados” o “parcialmente hidrogenados” en una lista de ingredientes, el alimento contiene grasas trans, aun si la etiqueta de información nutricional diga “0 gramos”.

Encontrar un equilibrio

Según los organismos, como la Asociación Americana del Corazón, lo recomendable es reducir las grasas trans y hacer de las grasas saturadas solo del 5% al 6% de las calorías totales diarias. No satanice los alimentos. Por ejemplo, si usted come aproximadamente 2,000 calorías al día, no más de 120 de esas calorías deben provenir de grasas saturadas al día. Eso es aproximadamente 13 gramos de grasas saturadas por día.