Alguna vez te has preguntado ¿quién soy yo?, ¿qué hago aquí? bienvenido al club. Todos alguna vez nos hemos hecho estás y otras preguntas. Cabe mencionar que la respuesta es más fácil de lo que parece.

En un intento fallido por responder estás preguntas he intentado muchas cosas, por ejemplo: Busqué a lo largo de los años la aprobación de otras personas, traté de parecerme a ellos.  Hubo un tiempo en donde respondía a esta pregunta con mi profesión, me decía a mi mismo soy “músico”, cuando no me conformaba con esto decía, “soy líder”, “soy hijo”, “soy viajero”, etc. En fin, nunca me dí una repuesta que me satisficiera del todo, cada vez trataba de evadir esta pregunta por la incomodidad que me causaba.

El problema estaba en que yo nunca traté de resolver mis problemas de identidad acercándome a Cristo. Cuando lo hice, todo se resolvió, el estrés que me invadía, el miedo a no saber quién soy, qué voy a hacer con mi vida, hacia dónde voy, se esfumó. Estos son algunos de los versículos que me ayudaron y pueden ayudarte a ti a encontrar una identidad saludable en Dios.

Juan 1:12 Pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. (Somos hijos de Dios)

Juan 15:15 Ya no los llamo esclavos, porque el amo no confía sus asuntos a los esclavos. Ustedes ahora son mis amigos, porque les he contado todo lo que el Padre me dijo. (Somos amigos de Dios)

Efesios 2:10 Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.  (Somos su obra maestra)

Así que cada vez que no sepas a donde vas, cuando creas que estás solo, cuando pierdas el norte y tu brújula interior se dañe, cuando estés naufragando  y no sepas quien eres, detente un poco, tómate un café , date un respiro y sobre todo abre tu vieja biblia, lee lo que Dios te dice acerca de “Quien eres para él”. Eres su hijo, eres su amigo, eres su obra maestra.  Dios tiene el control de todo, solo descansa en él.