Hay dos relatos bíblicos en la biblia que habla sobre quitarse los zapatos, la primera la encontramos en éxodo, cuando Moisés vio una zarda que ardía Éxodo 3: 1-5, la segunda cuando Josué vio al Ángel de Jehová Josué 5: 13-15.

En el primer relato bíblico, Moisés tiene que dejar sus ovejas, subir la montaña para ver porque ese árbol manifestaba esa luz y no se quemaba, cuando llego escucho una voz que le decía “quítate las sandalias, pues el lugar que pisas es lugar santo”.

En el segundo relato bíblico, Josué está haciendo los preparativos para conquistar Jericó, y ve a un soldado y le pregunta ¿si es de ellos o de los otros? Y este personaje le dice “quítate la sandalias te tus pies pues el lugar que pisas es santo”

Me imagino un Moisés escalando el monte, los que hacemos senderismo y escalada, sabemos lo duro y difícil que es ascender, llegar a la cima o al punto que uno quiere llegar toma tiempo. Una vez subí con otra gente el Pasocho, nos demoramos con ellos como 5 o 6 horas para llegar a la meta establecida, subir otras montañas es más tiempo.

O solo imaginemos caminar todo el día con zapatos, sin tener un minuto para descansar.

¿Por qué creen que Dios les dijo que se quiten los zapatos?

Primero. Porque Dios estaba en ese lugar. En cualquier lugar donde Dios esta es Santo, Dios está en nuestro corazón, en nuestra casa, trabajo, como hijos de Dios le llevamos a ÉL a todas partes.

Segundo. Porque Dios quiere que descansemos en ÉL.

¿Que implica quitarse los zapatos?

Implica dejar las cargas a un lado. Créanme cuando les digo que quitarse los zapatos al llegar a la casa es de lo mejor, los pies vuelven como a respirar y descansan y caminar sin zapatos es de lo más rico, los pies no sienten dolor, les animo a que hagan la prueba en su casa.

Volviendo al tema, debemos acercarnos a la presencia de Dios para disfrutar de su compañía, para relajarnos, para reírnos. Quitarse los zapatos significa confiar en ÉL, descansar en ÉL, caminar sin cargas, cuando hablo de cargas hablo de pecados, problemas, dudas, iras, resentimientos.

Te ánimos a que te quites los zapatos del desánimo, de la falta de perdón, de la duda, de la amargura que hay en tu corazón, de la desconfianza, del rencor, del dolor, del resentimiento, de las iras, de la crítica, del chisme, de la murmuración, entre otros zapatos.

Recuerda, en cualquier lugar donde tu estas es tierra santa pues Dios está contigo y no puedes ir con ese tipo de calzado.