No existe un tratamiento capaz de curar el herpes zóster, por lo que el virus debe ser eliminado por el sistema inmune de cada persona. Sin embargo, pueden ser utilizados algunos remedios naturales como baños de avena y de manzanilla para ayudar a aliviar la comezón, el malestar en la piel y aceleran la cicatrización de la piel.
Estos remedios caseros pueden complementar el tratamiento indicado por el médico, sin embargo, estos remedios sólo deben aplicarse en regiones de la piel que no posean heridas abiertas, debido a que pueden causar más irritación y agravar los síntomas.
Algunos remedios caseros para tratar la culebrilla son:
1. Compresas de vinagre de manzana
El vinagre de manzana posee excelentes propiedades para tratar irritaciones y lesiones de la piel. En el caso de la culebrilla, la acidez del vinagre ayuda a secar las ampollas y a facilitar la cicatrización de las heridas, reduciendo la comezón y el malestar.
Ingredientes:
1 Taza de vinagre de manzana;
1 taza de agua tibia.
2. Pasta de almidón de maíz y bicarbonato
Esta pasta preparada con almidón de maíz y bicarbonato de sodio es una excelente forma natural de secar las lesiones del herpes zóster y al mismo tiempo calmar la irritación de la piel, disminuyendo el malestar de la infección por el virus.
Ingredientes:
10 gramos de almidón de maíz (maizena);
10 gramos de bicarbonato de sodio;
Agua.
Modo de preparación:
Mezcla el almidón de maíz y el bicarbonato en un pequeño plato y agregue algunas gotas de agua hasta obtener una pasta homogénea. Por último aplique esta pasta sobre las ampollas del herpes zóster, evitando las regiones que posean heridas abiertas.
Al cabo de 10 a 15 minutos, retire la pasta con agua tibia y repita el proceso varias veces al día.
3. Baño de avena
La avena contiene ácido pantoténico, beta-glucanos, vitaminas B1 y B2 y aminoácidos, estos componentes hacen de ella un excelente remedio natural para proteger y calmar la piel irritada.
Ingredientes:
40 gramos de avena;
1 litro de agua caliente.
Modo de preparación:
Mezclar los ingredientes en un recipiente y dejar reposar hasta que el agua esté tibia. Colar y bañarse utilizando esta agua de avena sobre la región afectada, preferiblemente sin utilizar ningún otro tipo de jabón.