Es importante conocer el tipo de piel que tenemos porque de ello dependerán las necesidades que tengamos que suplir mediante el uso de cremas y cosméticos. Existen en el mercado opciones específicas para cada tipo de piel (seca, normal, mixta y grasa).

Tomate: Cortar un pedazo, frotarlo en la piel y dejar reposar 15 minutos y después enjuagar con agua templada. Esto ayudará a eliminar los puntos negros y a despejar los poros.

Pepino: Machacar y colocar la pasta resultante sobre el rostro, dejar que actué durante 30 minutos y enjuagar. Esto aportará hidratación y frescor a la piel a la vez que ayudará a  regular la producción de grasa en la piel.

Limón y agua de rosas: Mezclar el zumo de un limón y una porción igual de agua de rosas y usar en las zonas afectadas como tónico astringente.

Almidón de maíz: Mezclar una cucharada de almidón de maíz con una cucharada y media de agua para formar una pasta que se colocará a modo de mascarilla. Este remedio ayuda a absorber el exceso de grasa de la piel.

Clara de huevo: Se debe colocar como mascarilla durante 15 minutos en la piel,  al cabo de este tiempo se retira enjuagando con agua tibia. Es efectivo para combatir el acné gracias a  la acción de los retinoides.