Si bien el hipo desaparece de la misma forma que se produce. a veces puede durar varios minutos. En ese caso podemos utilizar ciertos métodos caseros muy eficaces.

  1. Inhalar en una bolsa de papel

La misma técnica que se emplea para reducir los mareos y náuseas al viajar nos puede servir para eliminar el hipo.

Básicamente debes colocar una bolsa de papel alrededor de la nariz y la boca presionando para que no se escape el aire.

Respira lo más rápido posible 15 veces. Cuenta hasta 10 y suelta la bolsa.

Quizás debas repetirlo otra vez más para conseguir resultados.

  1. Beber agua bien fría

Pon agua en un vaso y échale unos cubos de hielo para que se enfríe. Bebe de un sólo trago y espera unos segundos.

Si el hipo se mantiene, puedes repetir una vez más el procedimiento.

Las bajas temperaturas de la bebida son un “shock” para el diafragma y lo dejan en reposo. Otra opción es chupar un hielo durante algunos segundos.

  1. Contener la respiración

La respiración izquierda es una de las técnicas más conocidas y eficaces para cortar el hipo.

Al dejar de respirar por unos segundos aumenta la cantidad de dióxido de carbono en el torrente sanguíneo y le da la señal al cuerpo de que algo no funciona como corresponde.

Por ello el diafragma “deja” de contraerse.

Respira lo más profundo que puedas para llenar bien los pulmones.

No permitas que el aire salga al menos por 30 segundos y luego, exhala lentamente.

Si es necesario, repite hasta que el hipo desaparezca.

  1. Consumir una cucharada de azúcar

Si no te gusta la idea o te desagrada el azúcar, puedes probar con una cucharada de miel de abejas. El sabor dulce acaparará toda la boca y calmará el nervio que desata el hipo.

Otra alternativa es la mantequilla de maní o algún postre muy dulce con consistencia similar (pegajosa).