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2 10, 2018

Silencio

2019-07-07T04:53:23-05:002 octubre, 18|

Manejar el silencio es más difícil que manejar la palabra

Georges Clemenceau

A las personas nos gusta ser escuchados, pero pocas veces nos gusta escuchar, al igual que manejar la palabra, aprender a manejar el silencio es un arte muy complicado.

Las personas que me conocen saben que me gusta hablar y que los silencios me incomodan mucho, solo hace un par de meses atrás empecé a tratar de guardar silencio en las conversaciones y a escuchar, ya que aún cuando no estaba hablando, en mi pequeño momento de mutismo, siempre pensaba que decir, y no escuchaba completamente a las personas, por lo que me resultaba difícil empatizar con ellos. Es un ejercicio en el cual sigo trabajando, y empecé gracias a un pequeño pasaje de la biblia que se encuentra en (Proverbios 17:28) (RVR60)

Hasta el necio pasa por sabio e inteligente
cuando se calla y guarda silencio.

Salomón fue tan claro cuando escribió este proverbio, pues sabía que generalmente a los humanos nos gusta alardear de lo que somos o de nuestros logros, de cosas que desconocemos y peor aún nos gusta armar conjeturas sin antes enterarnos claramente los hechos, al hacer todo esto demostramos nuestra poca inteligencia emocional y nuestra falta de sintonía hacia las demás personas.

Después de leer este versículo, pensé en todas las veces en que debí haberme callado, en las veces en que debí haber escuchado más.

Si a ti, al igual que a mí, te cuesta guardar silencio, te presento algunos concejos que te ayudarán a practicar este ejercicio de la escucha.

  • Hacer preguntas: Es muy importante que dirijamos la conversación haciendo preguntas, de esta manera, las personas podrán expresarse más.
  • Empatizar: No todas las personas somos iguales, por la misma razón es preciso entender a la persona y no juzgarla.
  • Concentrarse: Apagar los celulares y alejarnos de cualquier distractor, es una señal de respeto para el que está hablando.

Estos son concejos muy simples, pero que ayudan a practicar el arte de escuchar.  Para terminar, quiero citar un fragmento de “Silencio”, una canción de Jorge Drexler: “No hay que desperdiciar una buena ocasión de quedarse callado”.

 

ESCRITO POR: David Paredes

6 09, 2018

Superación de los secretos familiares

2018-09-06T10:50:39-05:006 septiembre, 18|

Un colibrí al que se le cayeron los colores de las alas

No sé cómo empezó…  Era el secreto mejor  guardado. El silencio. Sus pasos.  El crujir de las tablas como anuncio fatal que él se acercaba. En un lugar vacío, este, mi pequeño corazón  latiendo como un colibrí asustado.  Cuando él me tocaba, cuando mi padrastro abusaba de mí, me decía que si yo avisaba a alguien,  que si yo decía que él me tocaba así, él nos iba a echar de su casa… que nos iba a dejar.  Y que si mis hermanos sufrían, iba a ser por culpa mía. Ya teníamos demasiados problemas y por eso callé.

En mi confusión, intenté decirle a mi mamá lo que estaba pasando, pero ella me gritó y me dijo que NO invente, que  yo era una mentirosa…  En el fondo ella también tenía miedo y no hizo nada. ¿Y si me marchaba? …  ¿si escapaba?  Entonces, mis hermanas, las más pequeñas serían las siguientes en ser asfixiadas por ese aliento  de moscas muertas que su boca dejaba en mi cuerpo.  Me sentía atrapada. Un colibrí al que se le cayeron los colores de las alas.

Soy una sobreviviente.  A los 16 abandoné la casa y busqué protección en los brazos de varias parejas. Todos se marcharon. He trabajado como un animal desamparado para lograr un techo sobre mi cabeza.  Hasta que un día. Como una mujer triste. Mi alma desnuda y con frío al filo de un camino sin rumbo, llegó a mi vida alguien especial.  Salió a mi encuentro y me invitó a una cena con Él.  El Nazareno de la cruz, me halló. Dios y solo él, puede saber en Su cuerpo molido, cómo se siente ser herido.  Pero, no puedo negarlo. Las cicatrices quedan y es una batalla armarse con un escudo, llevar esos recuerdos hacia Su cruz: vez tras vez. Levantarme cada día y dejar que el bálsamo de su presencia me muestre esos colores luminosos que ha guardado para mí. Que mis alas desteñidas tomen color.

Mi hijo es el regalo que Dios me dio para sonreír y descubrir una nueva esperanza.  Apenas tenía 11 años cuando fui abusada en mi propia casa. Fueron seis años horrorosos. Por eso,  NO permitiría que nadie tocara a mi hijo.  O lo que es peor, ver cómo estas historias de silencio y miedo se repiten y se repiten en las casas… mientras las mujeres… callan… callan por miedo. Miedo a perder al hombre que tienen al lado    ¡Señoras yo he estado sola desde los 16 y aquí estoy… Sí. Ha sido bien duro!  Pero aquí estoy.

Contado por: L.Y.E.

Colaboración para HCJB

6 09, 2018

Cuando los hombres no hablan

2019-09-09T00:15:12-05:006 septiembre, 18|

Cuando una mujer permanece en silencio es cuando lo que tiene que decir resulta perjudicial o porque ya no confía en esa persona o no quiere tener nada que ver con ella.  Por esta razón a ella le preocupa sobremanera el silencio de un hombre. Sin embargo, cuando un hombre no habla es por  otras causas o razones, como:

  1. Necesita pensar en la solución práctica de un problema.
  2. No tiene aun la respuesta del asunto o problema.
  3. Está tenso o estresado.
  4. Está pensando en sí mismo y en su trascendencia -marcada principalmente por lo que hace-.

Cuando un hombre está en silencio  evite hacer cosas como:

  1. No desaprobarlo a él ni a su necesidad de estar solo.
  2. No le ofrezca su serie de soluciones.
  3. No le atiborre de preguntas.
  4. No lo persiga insistiendo que le preocupa su silencio.
  5. No sienta pena por él.

¿Cómo tratar a un hombre cuando está en silencio?

  1. Exprese alegría y confianza en él.
  2. Busque una manera saludable para que usted pueda distraerse mientras él está en su cueva.
  3. Déjelo solo y exprésele que usted estará lista para hablar cuando él también lo esté.
  4. Ore a Dios en favor de él.

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