Trucos para volver a dormir bien

Trucos para volver a dormir bien

¿Te cuesta conciliar el sueño? ¿Ya no recuerdas lo que era dormir a pierna suelta? Tenemos consejos, trucos y remedios para dormir bien, profundamente y ¡son mejores que tomar tila!

Lo ideal es cenar dos horas antes de irte a dormir y que sea una comida ligera, lo que no significa escasa.

Hacer ejercicio de forma regular contribuye a dormir bien, pero… es mejor hacerlo por la mañana, máximo a media tarde.

no tomes más de 2 tazas de té o café y no lo hagas a partir de primera hora de la tarde.

El remedio natural estrella: la infusión

Sí, nuestras abuelas lo arreglaban todo con hierbas y esto sigue siendo mano de santo para relajarnos, propiciar el sueño y mantenerlo durante toda la noche. Las infusiones de valeriana, pasiflora y/o amapola de California son muy aconsejables. Y si no eres fan de estas bebidas, siempre te lo puedes tomar en forma de complementos naturales.

Para que las ganas de ir al baño no interrumpan tu sueño, visita el baño antes de meterte en la cama. Y si aún así te despiertan, en lugar de ir al baño, haz un ejercicio de Kegel y procura aguantarlo. Entrenando tu suelo pélvico conseguirás que las ganas de orinar no te impidan dormir bien.

Con suerte, nos desperezamos antes de levantarnos de la cama, pero es igual de recomendable hacer estiramientos antes de meternos en ella, para liberar tensiones. También puedes hacer respiraciones profundas y forzar un poco el bostezo, para ir llamando al sueño.

Los expertos aconsejan dormir de lado y, a ser posible, del lado izquierdo, porque así el corazón bombea mejor. Pero… no para todos es una postura cómoda. Si para ti es más normal dormir boca arriba, lo ideal es que te pongas un cojín bajo las rodillas para que la espalda se relaje.

Si tus preocupaciones no te dejan dormir, escribe

En lugar de dar vueltas de un lado a otro de la cama, levántate y escribe aquello que te preocupa. A veces, ponerlo negro sobre blanco, hace que puedas concretar esos miedos difusos que te desvelan o te permiten racionalizar lo que te pasa por dentro. También puede ayudarte a concretar un plan de acción que te permita volverte a la cama tranquila.

Dormir sin ropa te ayuda a regular mejor tu temperatura corporal y propicia que tu sueño sea realmente profundo. De todos modos y sin llegar a desnudarte si no te sientes cómoda, sí que debes adecuar tu ropa a la temperatura ambiente.

Si hay algo que está probado es que tener los pies fríos impide conciliar el sueño, no en vano las abuelas tejían patucos (y no solo para los bebés).

Lo ideal es tener una rutina de sueño que nos lleve a irnos a dormir y levantarnos a la misma hora todos los días, con variaciones de máximo una hora durante el fin de semana y las vacaciones.

El orden te dará tranquilidad, paz, sosiego, lo que se traducirá en una mayor facilidad para conciliar el sueño. Procura que todo quede dentro del armario, que no haya prendas sueltas por toda la habitación, zapatos, etc.

Hay estudios que indican que los colores claros y los tonos pastel nos relajan y hacen más fácil descansar bien. Evita por tanto tonos chillones en el dormitorio, tanto en las paredes como en la ropa de cama.

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