Dentro de los desafíos que tenemos todos los días, está el trato con otras personas. Gente que puede ser muy distinta a nosotros con sus vidas, su educación, su perspectiva de vida y su formas de pensar.

Por defecto queremos acercarnos solo a quienes se parecen a nosotros mismos porque nos hace sentir que estamos en lo correcto y evitar cualquier tipo de confrontación con la forma de pensar y actuar, además a quienes son diferentes se los tiende a etiquetar como gente negativa.

¿Será cierto que quienes son diferentes a nosotros son conflictivos? Posiblemente sí, pero recuerda que el mundo no gira alrededor de uno. Todos somos valiosos ante Dios. Enfocarnos únicamente en nosotros y tomarnos como ejemplo de lo que es correcto, nos distancia de nuestro prójimo.

El valor y lo mejor de los otros están en que son imagen y semejanza de Dios como dice su palabra, y al igual que nosotros, con una historia de vida. Acercarnos a los otros nos ayuda a luchar contra el egoísmo, la vanidad y confronta nuestras propias vidas.