Jesús y la entrega total
“Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todas sus posesiones, no puede ser mi discípulo.” Lucas 14:33
Uno de los eventos más conmovedores de la Semana Santa es el acto de María ungiendo a Jesús con un perfume de gran valor. Este gesto no fue solo una muestra de amor si no una forma de preparar el cuerpo de Jesús para la muerte en la cruz que vendría.
María toma una decisión radical, entregar aquello que podía representar su futuro. Sin un esposo ni un padre, María sabía que esta era la única seguridad económica para su vida. El perfume que derramó sobre Jesús era extremadamente costoso, posiblemente de nardo puro, un bien valioso que muchas mujeres guardaban como herencia. Sin embargo, María comprendió que su verdadera seguridad no estaba en posesiones materiales, sino en Jesús. Su entrega total fue un acto de rendición, anticipando el sacrificio que Él estaba a punto de hacer en la cruz por ella.
Seguir a Jesús implica una entrega total, Dios quiere de nosotros todo nuestro ser, nuestros recursos, nuestras actitudes, nuestra vida entera. La entrega total de Jesus en la cruz debería ser un impulso para nuestras vidas. ¿Qué estás dispuesto a entregar a los pies de Cristo hoy?