Seguro que si vamos a la cocina encontramos cebolla y vinagre con facilidad. Es importante que este último ingrediente sea vinagre blanco para que así los resultados sean los esperados. No obstante, vamos a necesitar algunos complementos.
Ingredientes
1 cebolla
½ vaso de vinagre blanco (100 ml)
Utensilios
Papel film o transparente
Algodón
Piedra pómez
Calcetines viejos
Cortaremos 3 rodajas de la cebolla y las sumergiremos en el recipiente que contiene el vinagre blanco. Las mantendremos en remojo, al menos, durante toda una mañana o tarde.
Pasado ese tiempo, impregnaremos un algodón con la mezcla y lo aplicaremos en la zona donde están los callos.
A continuación, cubriremos los pies con el papel film. Después, nos pondremos los calcetines para evitar que el papel se mueva o que la mezcla manche.
Lo ideal sería aplicar esta mezcla durante la noche para irnos a dormir con ella. Cuanto más tiempo estén los callos en contacto con este remedio, mejores serán los resultados.