Si al salmón le sale algo blanco: No te alarmes. La masa blanca que asoma cuando lo echas a la plancha es la albúmina que suelta el pescado. Un tipo de proteína que se pone blanca cuando se cuece a una temperatura alta.
Si la carne echa agüita: No pasa absolutamente nada. Es normal que la carne suelte agua e incluso haga algo de espumita porque se libera el agua y parte de la proteína que hay en el músculo.
Si la fruta tiene manchas blancas con pelitos: Significa que hay moho. Si es fruta dura, retira la parte dañada y ya está. Pero si es blanda, como fresas, melocotones… mejor descartarla.
Si el aceite huele a rancio: Es señal de que no está bueno y no debes usarlo. Un aceite pasado no te pone en riesgo si lo consumes un día, pero si lo haces habitualmente, sí.
Frutos secos pasados: Lo mismo sucede con los frutos secos, si huelen a rancio, mejor no comértelos.
Si la comida echa espuma: Es normal, pero mejor retirarla. En los caldos, da mal sabor. En las legumbres, se trata de almidón y es conveniente retirarlo porque puede acumular pesticidas… Y lo mismo el arroz.
Si el chocolate blanquea: Lo puedes consumir tranquilamente. Cuando se bate demasiado el chocolate, es más fácil que cristalice la manteca de cacao formando esta capa blanca.
Si el jamón cocido está pringoso o grasiento: ¡Tíralo! Quiere decir que hay moho, levaduras o bacterias.